“Nada inspira más y alegra a las personas como las palabras de aprecio. Usted y yo podemos olvidar pronto las palabras de ánimo y de aprecio que decimos ahora, pero la persona que las recibió las atesorará y se las repetirá a sí mismo durante toda su vida.” - Dale Carnegie
¿Cómo te has sentido cuando un jefe, un colega, un profesor u otro ser querido te ha dicho el gran trabajo que has realizado o te han felicitado por haber logrado una meta propuesta, o simplemente por decirte lo bien que te ves el día de hoy? ¿Se siente muy enriquecedor, verdad? Y en entonces…¿Por qué en ocasiones, nos cuesta mucho dar incluso un pequeño elogio a los demás?
El reconocimiento son aquellas acciones y sentimientos que se hacen a manera de expresar gratitud y distinción a una o varias personas, por los logros realizados, ya sean dentro de una organización, en el trabajo, en la escuela, en tu hogar, en un evento social, o entre otros campos.
Es probable que algunos les cueste más reconocer las fortalezas de las personas debido a su timidez o porque no quieren que el resto piense que son “aduladores” con el fin de obtener algo, entre otros ejemplos, pero la realidad es que al mostrar aprecio sincero y honesto hacia los demás, permite que se eleve la moral y cree una cultura positiva, liberando una sinergía en donde todas las partes ganan.
“Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma” - Julio Cortazar
Muchos creerían que sólo quien recibe el elogio es la persona que le alegrarán el día pero quien lo da, recibe un enorme mérito al permitir enfocarse en los demás, transmitiendo energía positiva al entorno y asimismo. Al hacerlo, su ánimo y su actitud mejorará, creando un mejoramiento continuo hacia uno mismo, siendo éste una gran característica de un verdadero líder.
Para crear un poderoso reconocimiento, enfócate en lo siguiente:
Concéntrate en las fortalezas de los demás.
Lamentablemente muchas personas se enfocan solo en lo negativo, lo cual se les hace difícil la tarea de ver lo mejor de cada individuo. Analiza sus virtudes y fortalezas como persona y úsalos para crear un extraordinario elogio.
Que sean de forma sincera.
No hay nada más notorio cuando la hipocresía está disfrazado de elogio. Dilo con sinceridad y aprecio así sea que la otra persona no responda.
Asocia áreas en donde puedas realizar un elogio.
Enfócate en sus logros; Las personas suelen estar orgullosas de sus logros y aprecian recibir reconocimiento por ellos. Pueden ser extrínsecos como haber podido comprar o pagar su primer vehículo o casa o intrínsecos como haber obtenido un ascenso en su trabajo.
Analiza los rasgos personales; son las características positivas que tienen las personas y que las hacen únicas como su perseverancia, su amor a su familia, su pasión por su trabajo o ayudar a los que más necesitan.
Sé concreto y oportuno
No le adornes mucho al elogio; dilo con el corazón y deja que las palabras fluyan.
“La gente olvidará lo que dijiste. La gente olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir” - Maya Angelou
¿Has visto el video que circula por la redes sociales donde Usain Bolt previo a su carrera, le extiende el puño como afecto de saludo, a un chico asistente de la carrera? Él le devuelve el saludo y cuando Bolt se vira, la cámara capta la expresión del chico completamente maravillado y sin creer que Bolt se haya fijado en él para saludarlo. Usain Bolt no sólo le hizo el día al muchacho, seguramente ese tan sencillo pero poderoso gesto, le marcó en su vida para siempre. Jamás lo olvidará.
Ahora imagínate si le sumas a estos pequeños gestos unas palabras de aliento y de motivación para aplicarlas a las personas de tu entorno diariamente. ¿no crees que le aportarías unos granitos de felicidad en sus vidas? Apuesto a que sí.
“El éxito no proviene del reconocimiento ajeno. Es el resultado de lo que sembraste con amor” - Paulo Coelho
Hace poco, culminé el extraordinario programa sobre Comunicación y Relaciones Humanas de Dale Carnegie, obteniendo el Reconocimiento Máximo Mérito.
Fueron meses de mucho esfuerzo y dedicación pero lo más maravilloso de todo fue que fortalecí mis habilidades de comunicación y de liderazgo, unido con mi propósito de vida y enfocado hacia los demás, los cuales me ayudaron otorgar mayores reconocimientos a mi entorno y al hacerlo, empecé a ver resultados sorprendentes tanto en el ambiente laboral como social y una de ellas fue este reconocimiento que no me lo esperaba por parte de mis compañeros. Al otorgar elogios, recibí los míos también.
En conclusión; Al brindar reconocimientos hacia los demás, ayudarás a reforzar la autoestima de quienes los reciben y al mismo tiempo; empezarás a crear un nuevo mundo en tu interior. Tu energía, tus pensamientos, tu modo de ver las cosas, empezarán a cambiar porque no sólo estarías pensando en ti. Empezarás a motivarte al ver incluso que hasta por un pequeño gesto como un saludo a un desconocido, puede tener un gran impacto en sus vidas como también en la tuya.
Recuerda; un líder es un ejemplo de fuerza y guía, pero también de reconocimiento y valoración por los que lo acompañan y los que lo acompañaron.
Y no olvides: Elogia en público y corrige en privado. Un líder corrige sin ofender y orienta sin humillar.
