“Al meditar no nos alejamos de la sociedad, no nos escapamos de ella, sino muy por el contrario, nos preparamos para reinsertarnos adecuadamente en ella” - Thich Nhat Hanh
Posiblemente cuando escuchamos sobre meditación, se nos viene en mente la imagen de algún monje budista sentado en una postura con la espalda erguida, las piernas cruzadas y las manos sobre el regazo, donde pasan horas y horas meditando, brindándole serenidad y paz interior, y quizás asumiendo que esa práctica no es para todos, debido al tiempo que deben dedicarle.
Esa sería una creencia errónea puesto que con pequeñas prácticas diarias, cualquier persona que se proponga, puede cultivar este maravilloso hábito (y en cualquier lugar) con el fin de estar más consciente de sí mismo, de su entorno, conocerse mejor, y por ende, aprender a elegir cómo responder a las cosas que nos pasan por estresantes o difíciles que éstas sean.
“Solo desde una calma interna, el hombre fue capaz de descubrir y formar entornos tranquilos” - Stephen Gardiner
Durante una práctica de meditación, se intenta alcanzar un estado de conciencia de nuestros pensamientos y sentimientos, y una conexión con nosotros mismos y con nuestro entorno. Con el tiempo, una práctica de meditación puede ayudarte a experimentar paz y un mayor bienestar.
“Ayer fui inteligente y quise cambiar el mundo. Hoy soy sabio y voy a cambiarme a mí mismo”
Un poco sobre la meditación
Hay varios tipos y técnicas de meditación basadas en mantras (frases sagradas), en la respiración, por medio de los centros energéticos en el cuerpo (chakra), practicando Tai Chí o Yoga para el equilibrio y la flexibilidad, en la bondad incondicional y hasta conectarse con el propio sufrimiento en vez de huir de él.
Así también existen complementos para la meditación cómo practicar el mindfulness (técnica de relajación que nos enseña a tomar conciencia plena de nuestras emociones con el fin de eliminar la frustración o ansiedad que produce el no poder cambiar ciertas situaciones).
No entraré en detalle sobre todas ellas, porque finalmente dependerá de cada persona el que mejor le resulte. Asimismo, dejaré a un lado cualquier tipo de creencias religiosas o filosofías, simplemente me concentraré en los beneficios que brinda la práctica.
De hecho, Bruce Lee solía correr para acondicionar su cuerpo. Él lo consideraba como un tipo de meditación para desarrollar paz interior además de acondicionar su cuerpo.
“Tu hogar es donde tus pensamientos encuentran la paz”
¿Cómo empezar?
Identifica un lugar el cual puedas estar libre de distracciones. Puedes estar en silencio, o escuchando algo que te relaje (el sonido de la lluvia, música instrumental, de spa, la brisa del mar…).
Acuéstate o mejor siéntate en un lugar cómodo con la espalda erguida, relajando los hombros. No trates de forzar nada, relaja el rostro y simplemente cierra los ojos.
Empieza con ciertas respiraciones largas y dibuja una ligera sonrisa en tus labios; inhala profundamente, luego contén la respiración por unos 2 a 3 segundos y luego exhala completamente. Repítelo unas 5 veces o hasta que sientas que tu atención está en la respiración.
Vuelve a tu respiración normal. Imagina y siente cómo ingresa el aire por tus fosas nasales, pasando por todo cuerpo; desde la cabeza hasta la punta de los pies. Siente que el aire corre por cada parte de tu cuerpo hasta liberar el aire y volver a respirar.
Esto te ayudará a desarrollar mejor la concentración al enfocarte en la respiración y al hacerlo, permitirás llevarle oxígeno a tu cerebro, creando así un momento de relajación y tranquilidad.
Te empezarás a conectar contigo mismo; con el aquí y ahora, siendo consciente de ese momento del que vives (no el pasado ni el futuro), es decir, en la conciencia plena.
No te preocupes ni te enfades contigo (porque te pasará) si al intentar realizar esta práctica, empieza a volarte la imaginación con distintos pensamientos, preocupaciones, tareas pendientes, o recuerdos. Es normal que esto suceda, pero recuerda que estás creando un nuevo hábito y tomará tiempo.
Tampoco significa que debas mantener tu mente en blanco. El fin es que aceptes los pensamientos como se presenten y sin prejuicios; déjalos ir y continua con tu meditación.
Puedes empezar con solo 10 minutos de meditación al día, un breve periodo de tiempo en que aprendemos a dirigir deliberadamente nuestra conciencia hacia lo que está sucediendo en ese momento. Con ayuda de nuestra propia respiración, observamos sin juicio nuestros pensamientos, emociones y sensaciones corporales.
“La tranquilidad perfecta consiste en el buen orden de la mente, en tu propio reino” - Marco Aurelio
¿Qué beneficios obtienes al meditar diariamente?
• Reduce la ansiedad y la depresión
• Reduce el estrés
• Mejora el sueño
• Fomenta la salud mental y emocional
• Mejora la capacidad de atención y concentración
• Controla el dolor
• Potencia la aparición de pensamientos positivos
• Mejora tu reacción ante situaciones incómodas
No soy ningún experto sobre el tema de la meditación. Soy una persona como tú con ideas, preocupaciones y obligaciones pero quiero dar fiel testimonio que desde que empecé a hacerlo, he tenido cambios de mejora en mi vida.
Empecé utilizando la aplicación llamada Calm, donde las sesiones son guiadas el cual te ayuda muchísimo a crear este poderoso hábito. Sin embargo, puedes buscar también sesiones guiadas en YouTube totalmente gratis, es tu elección, lo importante es que decidas hacerlo.
En mi caso, empiezo mi día desde muy temprano, entre las 4 a 5 a.m. para agradecer, ejercitarme, visualizar, hacer afirmaciones, meditar y entre otros hábitos que finalmente siento que todos se conectan, ayudando a mi cuerpo, a mi mente y a mi espíritu ser uno solo. Cumplo con el mantra o afirmación de T. Harv Eker en su libro Los Secretos de la mente Millonaria; mi mundo interior crea mi mundo exterior.
Decido reemplazar mis pensamientos que aparecen de escasez o limitantes por pensamientos de prosperidad y de abundancia, con el afán de poder reaccionar de mejor manera ante cualquier situación incómoda que se presente.
Ahora estoy consciente que soy responsable de mis actos y que mis resultados dependerán desde la forma en como pienso.
Soy sincero en decir que no es nada fácil y que tampoco se cumple con plenitud pero estoy en ese camino para lograrlo la mayoría de las ocaciones.
“La persona que retorna de un largo viaje no es la misma que se fue”
En conclusión; cuida de tus pensamientos y haz que la meditación, cualquiera que mejor se adapte a ti, forme parte de tu vida para que mejores tu respiración, tu paciencia, tu concentración y empieces a conocerte cada día más. Que te cuestiones realmente qué es lo que te hace verdaderamente feliz, cuál es tu verdadero propósito, analizar si lo que dices, la forma cómo piensas te están llevando a convertirte en la mejor versión de ti cada día.
Recuerda que diez minutos de meditación representa el 1% de tu día que mejora el 99% restante.
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