“Muchas personas padecen tratando de lograr una vida balanceada porque no han pagado el precio de decidir lo que es realmente importante para ellos”. - Stephen R. Covey.
Hola apreciado amigo/a, es un gusto compartir contigo el hábito de la lectura que tanto me ha ayudado, a través del blog haciendo los resúmenes de libros que leo.
Hace poco te compartí el extraordinario Best Seller; Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen R. Covey. Si aún no lo has leído, te recomiendo a que hagas clic aquí ??.
Ahora, te comparto su secuela; la continuación de su obra donde nos habla sobre un 8vo hábito que hay que desarrollar para ser una persona altamente efectiva.
El octavo hábito supone escuchar nuestra propia “voz interna” y enseñar a los demás a identificar la suya propia. Se trata de enseñarle a los demás el arte de sacarle provecho a lo que es propio de cada individuo; de modo que cada persona se vuelva indispensable en la organización en virtud de sus capacidades irrepetibles.
Surge con la intención de prosperar, innovar y liderar para que alcances la grandeza, haciendo que todo se ejecute de forma apasionada y con grandes aportaciones para la consecución de la "Era del Trabajador del Conocimiento".
A continuación, el resumen del Octavo Hábito de Stephen R. Covey y como siempre menciono; lee el libro y usa este resumen como una guía:
El problema de la gestión es que aun funciona con el defectuoso paradigma de la era industrial. Ese enfoque es cada vez menos funcional en la era del trabajador informado o capacitado: según el viejo enfoque, los empleados sufrían mucho dolor y frustración en todas las empresas, sin importar lo exitosas que fuesen. Hoy, por fortuna, como lo expresa el octavo hábito, el paradigma del lugar de trabajo cambia.
Todos tenemos la opción de vivir una vida mediocre o luchar por la grandeza. Si eligió la mediocridad, nunca es tarde para dar marcha atrás: aun puede elegir la grandeza.
Descubra su voz
Descubrir su voz única significa realizar su potencial innato. El mejor bien que recibió al nacer fue la capacidad de decidir desarrollar, o no, todas sus capacidades: en el espacio o el tiempo, entre cada acción y cada reacción, la decisión es suya. En ese momento, reflexione en lo ocurrido y decida su respuesta. La capacidad de entender su libertad de elegir abre la puerta a cuatro cocientes o tipos de inteligencia o capacidad vitales:
1. Mente – El cociente intelectual (IQ) es la inteligencia mental: muchos se detienen ahí cuando evalúan la inteligencia, pero eso es muy restrictivo.
2. Cuerpo – El cociente físico (PQ) es la inteligencia física, una forma de inteligencia que se da por descontada porque tiene lugar sin ser conscientes de ello: no hay que pensar para respirar o hacer latir el corazón; esa inteligencia responde continuamente al entorno para mantener la salud, prevenir infecciones y demás.
3. Corazón – El cociente emocional (EQ) es la inteligencia emocional: debemos estar alerta y ser sensibles y empáticos para comunicarnos genuinamente con otros. Quien tiene un EQ alto sabe qué decir y cuándo decirlo, cómo sentir y cuándo expresar sus sentimientos. Muchas pruebas indican que, en el largo plazo, el EQ es una determinante más poderosa del éxito que el IQ.
4. Espíritu o alma – El cociente espiritual (SQ) es la inteligencia espiritual: es la más importante, porque dirige las actividades de las otras tres. Nuestra búsqueda de significado y propósito nos lleva a desarrollar el SQ.
Las expresiones más fuertes
Para encontrar su voz debe estar en contacto con los cuatro elementos de la persona mencionadas y llevarlas a un siguiente nivel que es la clave del éxito de quienes tienen determinación, al hacer las siguientes combinaciones:
1. Mente = Visión – Cuando se desarrolla completamente la mente, se obtiene visión, la capacidad de discernir el mayor potencial de la gente, las instituciones, las causas y las empresas. Quienes no ejercitan esa capacidad para crear o la usan para desalentar a otros padecen de falta de visión; en circunstancias de gran necesidad, son incapaces de ver las posibilidades maravillosas. Sin visión, se cae en la victimización.
2. Cuerpo = Disciplina – Se necesita la disciplina para transformar la visión en realidad; la disciplina es hija de la visión y el compromiso. Usted debe tener ambos.
3. Corazón = Pasión – Quienes desarrollan un corazón sabio sienten el fuego apasionado de la convicción, la llama que sostiene la disciplina necesaria para tener visión. La pasión fluye del encuentro y uso de su voz única para lograr grandes cosas.
4. Espíritu = Conciencia – El desarrollo de su identidad mental le permitirá conocer la encrucijada correcta, la senda a su brújula moral interior que lo guiará.
Definición del liderazgo
El liderazgo es la capacidad de ayudar a la gente a entender su valor y potencial propios para que los vean en sí mismos y vivan de conformidad con ellos.
Para ser líder demuestre que es digno de confianza. La mayoría de los fracasos de los líderes se remontan probablemente a defectos del carácter: todo líder debe ser ejemplo de valores esenciales, como cumplir sus promesas y demostrar su honestidad e integridad.
Aprender a empoderar
¿Por qué debe empoderar a otros para que encuentren su voz? Considere las opciones: puede tratar de dirigirlos controlándolos, lo que rara vez es satisfactorio, o puede renunciar a su responsabilidad y dejarlos hacer lo que quieran, lo que tampoco parece muy inteligente.
La solución es darles una autonomía dirigida: trabaje con ellos para fijar sus metas y luego deles autonomía para alcanzarlas. Un acuerdo de ganar-ganar no es un contrato legal ni la descripción del trabajo; es un contrato psicológico y social grabado en el corazón y la mente de la gente que dota a sus colegas de un compromiso común con las prioridades más importantes de su empresa.
El lugar óptimo
Ideas de cómo practicar lo aprendido:
• Modelado – Demuestre con sus actos que es confiable, en lugar de imponer expectativas a los demás. Escúchelos y practique conductas que al final le darán autoridad moral.
• Encuentro de la senda – Establezca la sensación de rumbo y orden para su empresa.
• Alineamiento – Ayude a su empresa a ser congruente con el espíritu de confianza y empoderamiento; una alineación adecuada genera autoridad moral institucional.
• Empoderamiento – Acepte los cuatro elementos de la naturaleza de la gente –corazón, mente, cuerpo y espíritu– y acéptelos. Tenga fe en la capacidad de la gente para decidir prudentemente por sí mismos. El empoderamiento genera autoridad moral cultural.
Cuando se llega a las etapas de alineamiento y empoderamiento, se llega a la ejecución: en la mayoría de las empresas existe una gran brecha entre las metas y la ejecución.
Servir a los otros
La senda para aprovechar los ocho hábitos es servir a los otros. La razón real de la creación de las empresas es servir a las necesidades humanas. La noción de servicio no egoísta le da autoridad moral para ser un gran líder. La pregunta no es qué gano, sino qué tengo que pueda dar a los demás.
Elegir servir es el hábito más ilustrado de todos.
En conclusión; las enseñanzas que me llevo del libro es que la gente con logros extraordinarios tiene cuatro rasgos: visión, disciplina, pasión y conciencia moral. Que para encontrar la voz única propia, hay que ayudar a alguien más encontrar la suya y que el propósito último de dominar los 8 hábitos es servir a los demás.