“Tú podrás retrasarte, pero el tiempo no lo hará” - Benjamín Franklin
¿Eres de los que sabes que tienes una obligación que cumplir y aún así te pones hacer otra actividad de menos o nada valor de aportación como revisar tus redes sociales? cuando empieza un nuevo año ¿te propones objetivos, los empiezas y en mitad de camino, los abandonas? ¿te justificas por la falta de tiempo por no poder cumplir con las responsabilidades que tienes?
Si te identificas con alguna de ellas, es porque eres un procrastinador. Pero no te preocupes, todos lo hemos hecho alguna vez y en este artículo te brindaré algunos consejos sobre cómo sacarle provecho al máximo tu tiempo, cumpliendo con las tareas (aunque te gusten o no) sin posponerlos ni metiendo excusas.
Ley de la Eficiencia: “Nunca hay tiempo suficiente para hacer todo. Pero siempre hay tiempo suficiente para hacer la cosa más importante” - Brian Tracy
Procrastinar significa posponer o aplazar tareas de gran prioridad por otras de menos valor. En otras palabras; dejar las cosas para el último momento (dejar para mañana lo que puedes hacer hoy). Un ejemplo sería; sabiendo que tienes que presentar un gran proyecto o que quieres empezar a entrenar un deporte y con tiempo de anticipación, decides mejor ver una película en Netflix, dedicarle también a Instagram por varias horas, evitando la obligación pendiente por cumplir. Nos estamos auto-saboteando.
Pero ¿Por qué nos hacemos esto? Las personas solemos posponer tareas que consideramos aburridas o por el nivel de dificultad que nos representa o por las que nos darían algún tipo de satisfacción o recompensa pero a largo plazo. Somos ansiosos y nos dejamos llevar mucho por nuestras emociones, por lo que esperamos siempre obtener resultados inmediatos, caso contrario, nos aburrimos, nos desmotivamos, y lo dejamos a aplazar o hasta incluso a abandonar por la falta de compromiso.
“Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer”
La ansiedad y el estrés influyen en la procrastinación porque cuando estamos con tareas acumuladas, nos bloqueamos tanto que no logramos llevar a cabo ninguna acción, dejándola a un lado para hacer otra cosa la cual aliviará nuestra tensión, dándonos placer (en su momento) y por consiguiente, nuestro subconsciente grabará esa sensación y querrá repetirla cada vez que nos encontremos atareados, por lo que con la repetición, con el tiempo la procrastinación se convertirá en un mal hábito en nuestras vidas, justificándonos en lo posterior que nunca hay el momento adecuado para empezar o terminar una obligación.
“Es mejor hacer pequeños progresos cada día que todo lo humanamente posible en un solo día. Haz cosas que puedas sostener”. - James Clear
La extraordinaria noticia es que podemos disminuir o eliminar posponer nuestras prioridades, y eso se logra adquiriendo pequeños buenos hábitos poco a poco pero dependerá mucho de la constancia y disciplina que le pongas a los siguientes consejos que te voy a dar a continuación:
Identifica todas las tareas por hacer y escríbelas
No te asustes si la lista se te ha hecho todo un testamento, te reconfortará saber que quizás muchas de ellas no las tengas que hacer; es posible que las puedas delegar las de menor importancia o hasta incluso eliminarlas.
Enuméralas de mayor a menor prioridad
¿Cómo saber cuál es la de mayor prioridad? las que consideres que son de mayor importancia y de gran urgencia.
Divídelas en grupos según su prioridad
La matriz Eisenhower, popularizada por Stephen Covey en su espectacular libro “los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” te ayudará a clasificar las tareas basados en sus dos ejes de importancia e urgencia. De esta manera, podrás visualizar mejor tu situación en base a estos siguientes parámetros:
• Si es importante y urgente, ¡hazlo ya!
• Si es urgente y no es importante, simplemente delega la tarea (si es que puedes)
• Si es importante pero no urgente, ¡planifícalo!
• Si no es importante ni tampoco urgente; analiza si aún tienes que hacerlo o simplemente ¡elimínalo!
Al culminarlas, deberás preguntarte: ¿Cuál es la tarea que, al terminarla, hará que las demás sean más fáciles o innecesarias?. Al identificarla, sabrás con cuál comenzar.
“Quien concluye que lo que no está sobre el papel es similar a una fantasía lejana”
Lastimosamente, muchas personas están conscientes de sus tareas y hasta lo escriben para hacerle seguimiento pero en el camino, se desvían y no logran culminarlos. A continuación te daré unos tips para que eso no te pase a ti:
Haz una sola cosa a la vez
Aunque ya tengas la lista de prioridades, céntrate en hacer una por una; así bajará tu ansiedad y la posibilidad de posponerlo.
Divídelas en partes
Habrán ciertas tareas que son muy grandes, y una gran recomendación es que las dividas en tareas más pequeñas y de esa manera te facilitará cumplirlas cada una porque las sentirás más alcanzables y podrás culminarlas de una manera mas eficiente poniéndote tiempo limite para cada una.
Evita las distracciones
En este mundo globalizado y digitalizado, es muy común podernos distraer, sobretodo con las redes sociales. Según un estudio por la empresa Digital In, el tiempo promedio que una persona le dedica a la redes sociales, es de 2 horas y 16 minutos al día (yo diría más), es decir, 32.85 días al año. Es mucho tiempo perdido si le sumas las otras distracciones.
Aléjate del celular mientras realices tu tarea y si no puedes, ponlo en silencio o quítale la opción que te lleguen notificaciones, pero no hagas dicha tarea revisando el celular al mismo tiempo.
Apóyate con alguien. Pide ayuda
En la vida no puedes hacerlo todo tú solo. Te quemas y te desmotivas. No tengas miedo de solicitar ayuda, así sea para que te escuchen pero si la actividad es muy difícil, no intentes hacerlo solo. Consulta a alguien con más experiencia.
Si terminas una tarea, ¡date una recompensa!
Quien mejor que tú para motivarte. Ya con mayor organización, puedes parar y hacer lo que creas lo más conveniente para ti; descansar, distraerte con el celular, mirar una película, leer un libro, salir con amigos y tu pareja, en fin tu sabrás tu situación y tu tiempo de descanso para continuar con la próxima tarea.
“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total, es una victoria asegurada” - Mahatma Gandhi
Cuando decidí convertirme en IronMan, sabía que tenia que sacrificar muchas actividades personales mas no profesionales (no era una opción) para poderme entrenar y cumplir con mis otras tareas.
Sabiendo que todos tenemos las mismas 24 horas y conociendo que muchos empresarios han podido cumplir este tipo de metas sin que afecte a sus obligaciones, supe que no existía ningún tipo de justificación para no cumplir lo propuesto. El tiempo promedio de entrenamiento sería de 3 horas cada día y decidí hacerlo en las mañanas para terminar antes de las 8 am e irme a trabajar.
Me planifiqué con mi trabajo organizando las tareas de mayor a menor prioridad y éstas últimas hasta llegué a delegarlas pero siempre haciendo seguimiento, utilizando la ley de Pareto del 80/20: hacer los “pocos vitales” y delegar los “muchos triviales”
Finalmente, no solo pude cumplir con los objetivos propuestos en mi trabajo sino que también llegué a cumplir mi meta personal de convertirme en IronMan, sabiendo que hubo momentos de desgaste, desmotivación, compromisos personales, más obligaciones, cansancio entre otros, que se me cruzaban por la cabeza tirar la toalla, tratando de justificarme pero aún así con mucha disciplina y con planificación, realicé seguimientos a mis tareas y llegué a cumplir con lo comprometido.
“El tiempo perfecto para hacer algo nunca llegará. Trabaja con lo que tienes y mejora mientras avanzas”
Entiendo que no es fácil cumplir con actividades cuando son impuestas o si estas en un trabajo que no te gusta o haces algo que no te apasiona. Cada uno debe reflexionar su situación y sin justificarse tomar decisiones en la vida, pero a pesar de ello, sin importar la que hagas, siempre da lo mejor de ti en tus actividades porque al hacerlas, no les demuestras a nadie sino a ti mismo que puedes siempre ser la mejor versión de ti en cada situación.
Si tienes algún objetivo pensado, no lo pienses mucho, simplemente hazlo y en el camino te organizas; estarás dando un paso gigante y evitando la procrastinación en tu vida. Recuerda siempre pensar en términos de abundancia y no de escasez.