“La vulnerabilidad es el lugar de nacimiento de la conexión y la ruta de acceso al sentimiento de dignidad. Si no se siente vulnerable, el intercambio probablemente no es constructivo” - Brené Brown
“No llores, que los hombres no lloran”
“Lo que importa es ganar”
“Prefiero ocultar mis sentimientos para no salir lastimado/a”
Estas son una de tantas frases limitantes que hemos escuchado en nuestras vidas, las cuales, lamentablemente han formado parte de nuestra identidad y de nuestra sociedad, que creemos que es “normal” decirlas y que posterior, se podría repetir la historia al transmitirlas a nuestros propios hijos, creando un entorno y un futuro lleno de abusos, resentimientos, complejos hasta de envidia al no sentir que tiene el control de la situación para luego vivir frustrados al no lograr ni cumplir con lo que se han propuesto.
Tememos a que nos hieran, a que nos tomen por “tontos/as” si abrimos nuestros sentimientos hacia los demás, porque posiblemente nos enseñaron que hay que demostrar que somos fuertes, que el fracaso es sinónimo de debilidad y si demostramos lo contrario, siempre abusarán de nuestra nobleza, al mostrarnos vulnerables.
Dejamos de vivir, y de preocuparnos por nuestra propia felicidad por estar más pendiente de la opinión de los demás hacia nosotros.
En este nueva entrada del blog, hablaremos sobre la importancia de la vulnerabilidad en nuestras vidas y el poder que ejerce ella en cada uno de nosotros si realmente la aceptamos como una fuerza motora capaz de producir (una fortaleza) al crecimiento y al mejoramiento continuo del que la practica.
“Cuando éramos niños, pensábamos que cuando fuéramos mayores ya no seríamos vulnerables. Pero crecer es aceptar la vulnerabilidad. Estar vivo es ser vulnerable” - Madeleine L´Engle
¿Qué es la vulnerabilidad?
Hay varias maneras que conlleva este concepto; según el Diccionario de la Real Academia, una persona vulnerable es aquel quien puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente. El concepto puede aplicarse a una persona o a un grupo social según su capacidad para prevenir, resistir y sobreponerse de un impacto.
La vulnerabilidad también puede entenderse como poder ser persuadido o tentado, no ser invencible, no tener absoluto control de la situación, no estar en una posición de poder, o al menos tener la posibilidad de que dicho poder se vea debilitado.
Me recordó mucho una entrevista que le realizaron a Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” cuando le preguntaron sobre qué opinaba acerca de su personaje “El Chapulín Colorado” lo cual él respondió que él sí era un verdadero héroe, porque no tenía poderes: es torpe, bruto y más, pero es humano y a pesar de sus imperfecciones, no se rinde, lo intenta, fracasa y lo vuelve a intentar a pesar de estar muerto de miedo y no estar preparado. De eso se trata la vulnerabilidad; de aceptar quienes somos a pesar de nuestras imperfecciones.
Les comparto el link de la entrevista:
https://www.youtube.com/watch?v=Fb1oebm64M8
“Aquellos que tienen un fuerte sentido de amor y pertenencia tienen el coraje de ser imperfectos” - Brené Brown
El poder de la vulnerabilidad
Brené Brown es una prestigiosa socióloga y conferencista estadounidense (autora del libro “El poder de ser vulnerable”) que en sus últimos 14 años ha realizado trabajos sobre la vulnerabilidad, el coraje, la dignidad y la vergüenza, los cuales ha tenido impactantes resultados en su investigación sobre qué tan buena o mala es la vulnerabilidad.
Sus estudios indicaban que las personas que sentían que valían la pena y eran dignas de amor y pertenencia, se expresaban de la vulnerabilidad de forma distinta al resto de la gente.
¿Cómo la percibían? No veían la vulnerabilidad como algo incómodo o doloso, sólo señalaban que era necesaria en sus vidas.
Además, en su investigación aparecieron 3 cualidades que diferenciaban a las personas que se visualizaban a sí mismas como dignas de amor y pertenencia, de aquellas que constantemente se decían frases como: “no soy lo suficientemente bueno, guapo, exitoso…”. Estas cualidades son:
• El coraje para mostrarse imperfectas.
• La compasión que tienen hacia sí mismas y hacia las demás personas.
• La capacidad de renunciar a quienes pensaban que debían ser para ser lo que eran.
Comparto el link donde ella habla sobre este tema en Ted Talk. Se los recomiendo muchísimo verlo:
https://www.ted.com/talks/brene_brown_the_power_of_vulnerability?language=es
“Alzamos la mirada y el crítico que vemos señalándonos y riéndose el 99% de las veces somos nosotros mismos” - Brené Brown
La valentía: esencial en la vulnerabilidad
Para los que nos gustan mucho los documentales; existe uno muy bueno en Netflix de la misma Brené Brown, llamado: “(The call to courage) la llamada de la valentía” donde con honestidad y mucho humor, explica cómo desprenderse de la armadura y dejarse ver, porque la vulnerabilidad es el centro de las emociones duras (temor, vergüenza, pena, escasez) pero también es donde nacen las blandas (amor, intimidad, alegría). “No puedes conseguir ninguna de estas tres últimas cosas si no te muestras al mundo. ¿Cómo pueden quererte si no pueden verte?”
A su vez, nos manifiesta 3 grandes revelaciones:
1) Hay que vivir en la arena
Levantarse cada mañana y elegir la valentía por encima de la comodidad, aunque esta elección implique tropezar, sufrir y fracasar. Y no hay nada más valiente que ser quien eres. Ni encajar ni aclimatarse. “Para formar parte de algo primero tienes que formar parte de ti”, sintetiza.
2) Ser vulnerable no es ser débil
Esta asociación es un mito. Según los datos, la definición oficial de vulnerabilidad es incertidumbre, riesgo y exposición emocional. No hay ningún ejemplo de heroicidad en el que no intervengan estos factores, y eso lo dice todo. No se trata de ganar o de perder, sino de tener el arrojo de intentarlo cuando no se puede controlar el resultado.
3) La gente tóxica cuanto más lejos, mejor
No prestar atención ni dejar que nos dañen quienes, sin salir de su zona de confort, se dedican a criticar. "La opinión que importa es la de aquellas personas que nos quieren, no a pesar de nuestra imperfección y vulnerabilidad, sino precisamente por ellas", puntualiza. Somos seres neurobiológicamente programados para conectar, así que lo esencial es escoger bien a quienes te acompañarán en la travesía.
“De nuestras vulnerabilidades vienen nuestras fortalezas” - Sigmund Freud
Reflexiones y recomendaciones
• Cuidado al inculcar a los hijos que sean competitivos, a que sean los mejores y a que siempre destaquen, sin enseñarles que el fracaso y las equivocaciones, son parte del proceso de aprendizaje. Al no hacerlo, les creamos en ellos el sentimiento de fracaso, de que no tienen valía y esto no genera más que una fuente de frustraciones en sus vidas.
• Lo mismo nos ocurre a los adultos. Se genera frustración si no tenemos, y sobretodo si no demostramos a los demás que tenemos un buen vehículo, un buen trabajo, que todo es perfecto en nuestras vidas. En definitiva, si no mostramos ante el mundo que somos personas felices y con éxito, tanto en el ámbito laboral como en el personal.
• La vulnerabilidad crea vergüenza y miedo; miedo a no ser aceptados, a ser criticados por los demás. Es por eso que el auténtico valor es aquel que nos dota de coraje para aceptar que somos imperfectos. Ser compasivos, amables e indulgentes con nosotros mismos es una virtud que debemos aprender cada día.
“El ser humano es especialmente vulnerable ante las debilidades y sin embargo saca las mejores cualidades. Los ciclistas están demasiado ocupados para pensar en sí mismos. Se creen invencibles para admitir que tienen miedo, se sienten débiles o vulnerables. Tener miedo es una enseñanza” - Lance Armstrong
Conclusiones
Somos imperfectos, somos vulnerables, tenemos miedo, no siempre tenemos o hallamos las soluciones a nuestros conflictos y precisamente ahí es donde radica nuestra belleza…nuestra imperfección nos hace más humanos. Dejemos de aparentar y vivir por el que dirán los demás y empecemos a enfocarnos en nuestra propia felicidad, donde cometeremos errores pero que sean esos errores los que nos enseñen a dar un nuevo siguiente paso en nuestras vidas.
Si todos hiciéramos esto, nos sentiríamos mucho mejor con nosotros mismos y con los demás, nos veríamos como iguales y no como rivales o dignos de envidia. Nos sentiríamos en comunión los unos con los otros. Quizás este sea uno de los grandes males de nuestra sociedad, el no aceptar la vulnerabilidad como parte de nuestro ser y quizás las palabras de René Brown sean reveladoras en este sentido: “Deja ir quién crees que tienes que ser y sé quien eres”